Queremos aprovechar este post, no para recordarte una vez la conveniencia de alquilar uno de nuestros trasteros baratos en Madrid, sino para indicarte una serie de pautas a tener en cuenta a la hora de embalar cuadros y que estos no sufran ningún daño en el curso de la mudanza. Porque, como es lógico, este tipo de embalajes requieren más delicadeza y tiempo.

La primera cuestión a tener en cuenta es que, hasta el momento del traslado en sí, lo mejor es que el cuadro permanezca colgado en la pared ya embalado. De este modo evitamos accidentes fortuitos de dramáticos resultados o que el cuadro resbale. No nos podemos olvidar tampoco de la popular pegatina de “frágil”. Lo más conveniente es que sea de un color llamativo que se vea a simple vista e indique a la persona que manipulará el paquete, en este caso el operario de Mudanzas Abarca, que este ha de ser manipulado con especial cuidado.

Te recordamos que, a la hora de embalar el cuadro, lo más conveniente es ajustar la parte superior del cuadro con la ayuda de un cartón fuerte para evitar que se mueva en los desplazamientos. Lo mejor es ajustar la parte superior del cuadro con goma espuma o plástico de burbujas, para que el cuadro quede perfectamente seguro. Otro truco a aplicar de cara a reforzar la seguridad de nuestros cuadros en la mudanza es embalarlos a medida, dicho de otro modo, no dejar huecos que puedan friccionar o rozar la pintura y en consecuencia estropearse el cuadro. También hay que embalar cada cuadro de forma separada para que el roce no produzca desperfectos ni fricciones. Dentro de la caja donde se transporten también hay que procurar que no choquen en los extremos. Lo mejor es sellar la caja por todos los costados y bordes y cerrarla a conciencia. Insistimos en que, cuando las cajas estén precintadas, tienen que llevar el distintivo que indique que el contenido es frágil. Cabe también la posibilidad de echar mano de cajas de madera contrachapada, muy resistentes a los golpes y cambios de temperatura. Podemos colocar además perfiles de espuma que absorban eventuales golpes y vibraciones que puedan dañar las esquinas de los marcos.